Lidubina Janeth Velázquez Cifuentes, se describe como una mujer luchadora y segura de sí misma; nació y creció en el municipio de Palestina de los Altos, ubicado en el departamento de Quetzaltenango, en unas casitas ubicadas en la Joya, donde abundan los nacimientos de agua. Cuando era niña todas las mañanas salía a estudiar con entusiasmo, “el maestro nos hacía correr y luego cuando llegábamos a donde él estaba nos hacía preguntas, yo siempre le respondía y cuando no entendía algo preguntaba”.
“El hombre también puede hacer las tareas del hogar”, indica Lidubina Janeth Velázquez Cifuentes, Madre Líder de Lagunas Cuaches.
El entusiasmo, alegría y empeño siempre caracterizaron a Lidubina, quien cuando cumplió 20 años se casó con Jerson y se fue a vivir a la comunidad Lagunas Cuaches, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango; lugar en que habitan más de 100 familias. En esta comunidad, situada a 215 km de la ciudad de Guatemala, Lidubina vive con su esposo y tres hijos en una casa pintada de blanco, limpia y ordenada, en la que se siente un ambiente de amor y armonía. Actualmente, es Madre Líder de Programa de Acciones Integradas de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PAISANO), pero su historia llena de metas alcanzadas, inició como participante del programa.
Según cuenta Lidubina, ella empezó a participar en el programa en 2013, cuando inscribió a su hijo menor, Shelton. “Mi hijo crecía bien pero, cuando cumplió el año, sólo quería mamar y no quería comer, por lo que empezó a perder peso”. Fue cuando Lidubina se apoyó de su esposo Jerson, quien sin pensarlo dos veces asumió su responsabilidad de alimentarlo, mientras ella se escondía para que no pidiera “pecho”. Al terminar la alimentación, Lidubina se aparecía y le daba pecho.
Luego de varios meses, Shelton llegó a su peso ideal y Lidubina continuó con la implementación de todas las prácticas de salud y nutrición impulsadas por el programa, como mantener su hogar limpio y la instalación de un tippy tap cerca de la puerta de ingreso a su hogar. Consiente de los problemas de salud que el humo trae a las familias, construyó con sus propios recursos una estufa mejorada en un lugar apartado de las habitaciones. Para Lidubina participar en el programa, ha traído beneficios a la vida de su familia, es por eso que ella y su esposo decidieron participar en las actividades de medios de vida del programa como lo son: la instalación y manejo del módulo caprino, del módulo de conejos y del huerto.
Cuando Shelton cumplió los dos años de edad, dejó de participar en el programa. Justo en ese momento, la Madre Líder dejó su cargo y la comunidad propuso a Lidubina como candidata debido sus conocimientos, cualidades, habilidades, la disposición y a que era un ejemplo. Ella sabía que este trabajo requería de compromisos, por lo que se comunicó con su esposo y juntos tomaron la decisión, que ella participaría en el proceso de selección a este cargo. Por su liderazgo fue electa como Madre Líder de Laguna Cuaches. Han pasado los meses y ella asume la responsabilidad que el cargo requiere, asiste a las capacitaciones.
“yo pongo mucha atención, para poder aprender y dar a conocer a las otras familias lo que aprendo”.
Con la ayuda y entusiasmo de Lidubina, a la fecha, la comunidad de Lagunas Cuaches es la que ha implementado mayor número de filtros de agua (52) en los hogares de Quetzaltenango, así como donde un mayor número de familias han adoptado buenas prácticas de salud y nutrición en el hogar. Mientras Lidubina asiste a las capacitaciones, demostraciones de preparación de alimentos y da acompañamiento y seguimiento a las promotoras en las visitas domiciliarias; su esposo Jerson se queda con los niños, les prepara sus comidas, les ayuda con sus tareas. “A veces regreso en la tarde y mi esposo me prepara la cena”.
Para Lidubina, el apoyo de su esposo ha sido importante en la crianza de sus hijos, en la implementación de las acciones de medios de vida en su hogar y ser madre líder de su comunidad. “Cuando ambos salimos temprano, nos dividimos las tareas del hogar y vemos que nuestros animales tengan agua y comida y, que sus módulos estén limpios”. Sin duda, Lidubina y su esposo Jerson, son una prueba que con amor, comunicación en pareja y unión familiar se puede trabajar en equipo para mejorar primero el hogar y aportar a la comunidad con el ejemplo.